lunes, junio 04, 2007

Ida y vuelta

No soy de contar las cosas de mi diario vivir, pero hoy fui protagonista de dos escenas que paso ahora a relatar antes que se les vaya la frescura:

Ida...

Abrí la puerta de mi casa y lo primero que vi fue la llanta del auto completamente desinflada. Tenía tiempo de cambiarla pero lo que no tenía eran ganas. Total, debía recoger unos análisis médicos en Lince y recordé que la súper 9 –Lince/Abancay/Acho- me deja en la mismísima puerta del hospital. Allá voy entonces y mientras mascullaba algo sobre el neumático, parado en la esquina, vi llegar la nave blanca y estiré mi dedito.

Hace muchísimo que no usaba el transporte público y ese meneo medio hipnótico sumado al placer despreocupado de mirar la calle, las casas y la gente sin tener que estar pendiente del volante, hicieron muy agradable mi corto viaje.

En una parada del bus, mi rostro pegado a la ventana, divisó a un hombre algo mayor sentado en la vereda con la mirada clavada en el piso y una botella de licor cerca de sus piernas. Lo observé unos segundos y de pronto alzó la mirada y encontró mi cara que lo examinaba sin derecho alguno. Soltó una sonrisa y levantó su botella hacia mí en señal de brindis. Y mientras reaccionaba a tan lindo y amistoso gesto, el carro reanudó su marcha.
Me quedé pensando en el porqué había hecho eso aquel hombre. Pensé que me había reconocido como uno de los suyos, como un ejemplar de su misma especie, un compinche solitario o un borracho amigo. No importa. Pronto volveré por esa ruta y si te veo nuevamente, me bajaré gustoso para bebernos el ocaso.

Vuelta...

Una vez recabados los exámenes, caminé unas cuadras hasta llegar a la esquina en la que tomaría mi bus de regreso. -Magdalena/San Miguel/Todo fóshe (Faucett)-
Esperando la llegada del trasatlántico y con el frío a cuestas, atisbé una cafetería media escondida a unos cuantos metros. Allá voy de nuevo. Un americano para llevar por favor. Ahí nomás apareció mi vagón y lo detuve con mucho estilo. Subí despacio los escalones y una vez arriba de la carcocha, sentí varios ojos y narices encima de mí. El café caracolillo y su embriagador aroma, inundaron la sala de espera al infierno y a medida que avanzaba hasta el último asiento, sentí claramente la envidia junta y contenida de todos mis compañeros de ruta.

Un cafecito a esas horas era un poema negrísimamente dulce. Hijo de puta yo, giraba mi vasito de tecnopor, esparciendo los olores gruesos de mi maravillosa compañía.
Seguí observando la calle, la gente y las casas. No estaba solo ahora, llevaba conmigo el café y todos los odios del mundo.

Creo que esa llanta se quedará sin cambiar algunos días más.

46 comentarios:

Mafa dijo...

Todo lo que daría por un café en este invierno gélido. Maldita cafetera, maldito cafetal!!!!! A ti no te maldigo Allan, no te lo vayas a tomar en serio. Un beso

habladorasinpalabras dijo...

Es toda una experiencia viajar en la 9. Dímelo a mi que viajo en ese carro toos los días!! :P

Gabriel dijo...

con lo del cafe, facil tambien te odiaba.

y si te encontraba tomando el licor con el pobre hombre, pues no tendria mas remedio que acercarme...

... y alejar a ese señor de ti... acaso lo quieres malograr?

Anónimo dijo...

jaja pensaba comentar pero Grabriel me ha hecho reir tanto que no puedo sory!

jaja

La dw cagada de risa.

snowdly dijo...

Los viajes en bus, en una ciudad como Lima, definitivamente, son alucinantes: Los contrastes, igual en una esquina puede subir una chica hermosa y luego luego, ves por la ventana a un loco comiendo basura.
Casi es imposible no meditar y ver en tercera persona esta realidad

Ana dijo...

Que buen Post,
sabes eso es lo que extrano del Peru,,, la gente,, como es,, asi con todo y todo, por "mi mare" que yo tambien me bajaba, me compraba mi inca kola y brindaba con el tio aunque sea un ratito..

y la 9..claro, es balquita con negrito creo no???

me he matado de risa con el: todo foscheeeeeeee,, jajajaja

es ciertooooooooo!!!

saludos, mi buen amigo, me encanta tu forma de postear, (que dramatica) pero me acerco al Perú!

El perro andaluz dijo...

Que wina gabo, que wina!!!

Anónimo dijo...

maldita sea que rico un cafe con su sanguchuelo mas en pleno invierno limeno

y con envidia a cuestas es mas rico

claro, no siempre

Anónimo dijo...



Te dije que seria lo primero que haria....!

Jeeeeee!
Oye el comment de mi Nerito me a hecho reir!!! jejeje..
Algo asi me pasa pero con mis locos... no se porque pero siempre me preguntan por trago jijiji...
Yo creo que entre borrachos nos reconocemos al toque..

Y por lo del cafesito! caracho, quien no te va a odiar pes, si tomarse un cafesito caliente en pleno invierno es basico!


Un beshote enorme, con su mordida de jeta!!!

Pd: Ahora si... duermase Truly, duermase ya, que ya viene el Perrito y te lamera!! (8)
jeee!


MUa!

Ursula dijo...

Cuando ya has perdido la costumbre utilizar el transporte público puede ser toda una experiencia... Cuando fui a Lima el año pasado tuve que subirme a una combi, no podía irme del país sin haber disfrutado (sufrido) esa experiencia una vez más...

Besos

Calle Quimera dijo...

Es lo bueno que tiene usar el transporte público, que los ojos pueden pasear por el paisaje urbano y humano que se despliega ante ellos, y fijarse en tipos pintorescos como aquel anciano que de ordinario suelen pasar desapercibidos, camuflados entre el resto del paisaje callejero. O incluso puede uno hacer una paradita en busca de un aromático café con el que concitar todos los odios del mundo en un frío día invernal..

Mira que estamos lejos, y sin embargo hoy me ha parecido haber viajado en ese bus por las calles de Lima, ver sus calles y sus gentes entre vapores de alcohol, frío, café y..la poesía que le pones a las cosas.

Un beso.

Jen dijo...

Me han encantado tus historias. Yo odio el transporte público, pero no niego que el placer de ir sin pensar en nada más que la canción que tienes en el mp3 y las cosas que ésta te recuerda, me encanta...

Dragón del 96 dijo...

Y despues dicen que empezara tomar micro despues de manejar es recaer en la vida.

Me huele que ese tio tiene un blog.

Slaudos.

El Azulado dijo...

¡Andar en micro es lo maximo! Puedes ver todos los sentimientos humanos reunidos en los más de 10 asientos que entran en esos aparatos: solidaridad, amor, odio, envidia, etc.....un verdadero espectáculo

Salu2

Unknown dijo...

Un cafecito..... y pensar que solo puedo tomar manzanilla... eso si da envidia

Anónimo dijo...

Disculpen mi falta de romaticismo, no quiero ser aguafiestas, pero tampoco puedo ser posero. Vivo y trabajo transitando a diario mi Lima y no me queda ningún buen sentimiento hacia el transporte público ni me gusta ver lo que veo.
Ocurre que mi estimado Perro Andaluz está valorando algo que yo ya catalogué dentro de lo "inembellecible" de mis recuerdos, pero eso pasa, imagino que si me fuera del país podría, a través de la nostalgia, compartir ese sentimiento con ustedes.

Head
P.D. Igual me gustó mucho el post, muy bien escrito, por momentos me hizo querer viajar en micro, pero recordé cuánto lo detesto.

ReinaDeSalem dijo...

Me he imaginado tanto la historia que..., incluso le puse música..., y el resultado ha sido genial ;-)

He estado ausente mucho tiempo..., y tenía auténtico "mono" de volver. Por fin he podido hacerlo.

Hoy..., lo he pillado con ganas y aunque debo levantarme en un par de horas..., aquí continúo.

Quizá sea el momento de ir a la cama..., con una amplia sonrisa tras leerte ;-P

Mil besos.

Acitsonga dijo...

Yo soy del bando del Cabezón en esto Allancito, me re-llega soberanamente el transporte público y apenas pongo un pie en él no veo la hora de bajarme.
Como bien apunta Head, la contaste tan linda que hasta te creí mientras leía que era chevere viajar en la 9. Vale tu crónica encantador de serpientes ;)

PD: Y no Head, nadita de nostalgia por eso.

Anónimo dijo...

Jajaja, sea con dos o con una "L", chino o criollo, presidente o blogero, tetón o... tetón, realmente son encantadores de serpientes... las coincidencias de la vida.

Head

Unknown dijo...

quedarse sin auto por un tiempo es rico. Caminas más, miras más.

Como sabias que era caracolillo?

El perro andaluz dijo...

Mu: Porque la tía que me lo vendió me lo dijo y te juro que le creí.

G.F (se pronuncia "jefe") dijo...

¿Para qué vas a cambiar tú la llanta? Contrata a alguien y sientate a mirarlo mientras sigues tomando tu café...je,je,je

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Vengo un ratito a saludarete y dejarte un pensamiento. después de tomar un café.

Hundo mis manos en el fondo bello de tus letras y me pierdo buscando como hallarte.

Recorro el abismo flotando en sensaciones y tu alma me llega florecida;
te detecto y mi nervio enloquecido te abraza y te bendice felíz de haberte hallado

Recibe un abrazo en tu alma.

schatz67 dijo...

Muy buen post Lennon.

El tío es un sobreviviente de la generación psicodélica y ha reconocido en tu cacharro a un personaje de la portada del "Sgt.Pepper´s Lonely Heart´s Club Band".

O a lo mejor es un blogo-adicto y te ha reconocido como dilecto consumidor de capitanes al vuelo.

Quien sabe,lo bueno es que te sonrió en tiempos en los que la gente ni siquiera se mira.

Nunca se te ocurra subirte con una cangre-burguer a un micro, alli si te despellejan en una.

Un abrazo

Silverback

Rolando Escaró dijo...

pensé que al regreso te bajabas a brindar con el tio solitario...
pero creo que lo del café estuvo mejor (vaya tortura que debió ser viajar en ese bus)

sonjoj_warma dijo...

no hay nada mas rico que un café bien cargado acompañado de su cigarrillo...uhmmmmmm :)
por cierto no siempre es chevere viajar en bus, hay gente que sube y al parecer no se lleva bien con el agua y tienes que aguantar ciertos olores , o quiza la gente que sube a vender y por ofrecer sus caramelos te los mete por las narices para que se los compres,
el tipico mañoso que se te pega mucho si vas parada,la verdad para nada me gusta ir en bus a no ser que vaya acompañada, pero, como no tengo carro no me queda de otra que ir en bus.

saludos

Enakam dijo...

El olor de un buen café atrae a cualquiera más aún ahora que hace tanto frio!

El señor de la botella seguramente te reconoció y tu no te acuerdas de él!

Saludos!

Vero dijo...

Es increible que en medio de su borrachera aun tuviera ese gesto jeje
Siempre es bueno darse una vueltita en un micro o combi para recordar que rico es viajar en auto, aunque nos cause estrés :)
Saluditos :)

CYNODI dijo...

jeee

yo creo q ese señor si te conocia xD

un cafecito ? mmmmmmmm yo tambien quiero ,y si es un capuccino mejor aun

xD


besotes Perrito lindo

Vero dijo...

A quien debo preguntarle y que?
Saluditos :)

Cinder dijo...

me quedé con la intriga del señor y la botella, pero bueno al menos bebiste un cafecito, a mi me gusta mucho, pero últimamente me cae muy mal, será por q el expresso con leche es muy fuerte?, puede ser, trabajo en una cafeteria restaurante y no tomo café en el local jajaja, es diferente salir y beberlo fuera, q bueno q hayas distraido la mente viendo paisajes q con el carro sería imposible detenerse a ver, saludos desde las cenizas

Imberbe_Muchacho dijo...

cafe ni que cafe...tu buen emoliente nomas....aunque lo mejor es manejar para mi...dejemonos de vainas...
ya me provoco el dichoso cafe

Anónimo dijo...

Nada mejor que saber disfrutar de los pequeños (grandes) placeres de la vida...

Anónimo dijo...



Mas que tomar el cafe,
me encanta olerlo....
no se, entro en un trance maldito!


Sonso!
(lo digo con mucho carinho, you know..)


MUa!

Lore! dijo...

Lindo post perro, en verdad lindo!!!!!!!

Serendipity dijo...

Es que no hay nada mas deli que un cafecito calientito en una tarde de frio. Te acompaño.
Beso!

CésarZV HELLRIDER dijo...

Chevere, ya se que puedo contar contigo para un trago.

Calle Quimera dijo...

Me quedo con la imagen de la rueda en el suelo y tu negativa a cambiarla.Es la puerta de tu escrito,¿casualidad o causalidad en busca del efecto deseado?.Tal vez una señal.
Contigo ,un cafe y todos los odios del mundo.Pero tambien un brindis especial y gratuito.El dos,blanco y negro.Y tu formando parte de ello,Es algo maravilloso.Abrazos.Salud.

Marea dijo...

Muy buena, lo vi todo.

Theodorus dijo...

Hey!! Excelente descripción de todas las cosas!! Me ha encantado este post.
Pero eso del hombre con la botella, extraño. Me ha pasado algunas veces, pero no con hombres sentados en las veredas.
Eso de "todo foshe" XD waaaaaajajaja.
Y en realidad, no hay como una tasita de café, y bien preparado para contrarestar el frio. Un mocaccino por favor!!

AnaR dijo...

Me gusta viajar en bus cuando llueve.En tren cuando nieva .Y andar por la vida con un café en las manos...

Fíjate que hoy, te leo poeta ...urbanita o citadino.pero poeta...

Un abrazo

Palanteflash dijo...

me enacanta la lluvia,me motiva a pensar.para viajar no me gusta,es peligrosa.siempre es ideal para un cafecito o un traguillo.

saludos

Unknown dijo...

Las experiencias que uno vive en el transporte público siempre es de contar y la 9 pasa por mi casa, asi que voy a estar más atenta si es que pasa una por alli y derrepente te veo.
jajaja

Un beso

Yani dijo...

yo aqui sin un café y sin envidia te saludo como el señor aquel con sonrisa y manito alzada diciendo 'hola'

y antes dije sin envidia pero mentira, quisiera recorrer Lima en bus, auto, tranvía o combi, pero nop no es mi día

vaya que te envidio!

Anónimo dijo...

No hay ejercicio más poético que atravesar las entrañas de la ciudad a bordo de un autobús.
Un saludo.

El perro andaluz dijo...

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