sábado, octubre 28, 2006

Discriminación laboral

"Importante Empresa transnacional requiere personal A1 para implementar oficinas en Perú"

¿Quién no ha leído esta suerte de aforismo, que inunda los encabezados de avisos dominicales, solicitando trabajadores en nuestro desempleado país.?

Pero, si nos detenemos un momento, a descifrar el significado de A1, podremos llegar a conclusiones mil.
Por un lado, podría tratarse de gente altamente capacitada en universidades de prestigio, graduadas con los mas altos honores o quizás de personas experimentadas que hayan desempeñado los cargos gerenciales mas importantes, en empresas de primer nivel Quién sabe, si se refieren a personas con ambición, ímpetu, fortaleza de espíritu y unas ganas locas de salir adelante en todo aquello que se propongan.

Pero no. La mentada fórmula (A1) tiene una sola lectura: Gente de tez blanca, cabellos claros, de preferencia con ojos que se alejen mucho del hegemónico color negro y un apellido con ascendencia, en el peor de los casos, española.

Ahora bien, ¿serán justos quienes, luego de un sesudo estudio de mercado, llegaron a la conclusión ineluctable de que en realidad A1 es lo que necesitan, sabiendo que los compatriotas que reúnen dichas características, no llegan al 12% de la población?

Obviamente, los ampara el derecho impoluto de reclutar a quienes mejor crean por conveniente.
En tanto, podrían también pedir algunas personas con tres manos para potenciar su capacidad productiva.

El hecho en cuestión, sirve para analizar las posibilidades laborales de la abrumadora mayoría de peruanos, exonerados involuntariamente de hacerse un lugar, en alguna de estas lindas oficinas con vista privilegiada y full aire acondicionado. ¿O deberían estar felices de estar sentados en una mesita junto a la puerta?, entregando los pases de visitante y dando la bienvenida al maravilloso edificio que se yergue sobre sus espaldas.

Como reza el eslogan de un comercial de preservativos:
Es cuestión de piel.

Felizmente en Palacio de Gobierno, no cuelga ningún cartelito con la no menos huachafa inscripción: "Se reserva el derecho de admisión", pues sin duda, nuestro ex Presidente hubiera tenido acceso a él, solamente como
un glorioso Húsar de Junin.

2 comentarios:

Acitsonga dijo...

Este post me vacila. La paradoja de la discriminación en un país como el Perú, donde se sancocha una mezcla alucinante de razas. Racistas conchudos... Eso es lo que somos.

Anónimo dijo...


Siempre acostumbro a ir al primer post de los blogs que me gustan...

Tenia que venir por aqui...
El post esta muy bueno,
increible como algunas personas
descriminan sin siquiera mirarse la piel...


Esas para mi son webadas...

Te quiero harto!
Que rico haberte encontrado en este mundo tan grande..


Mua!