viernes, enero 16, 2009

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Atravieso la ciudad en mi auto, la recorro casi entera, pero no me siento en ninguna parte. Lo único que tengo claro, es que no quiero llegar a casa.

Los parlantes despiden sonidos de guitarras y percusiones violentas que no logran ecualizar mi ánimo. La calle chilla, los carros bocinan en quejidos la furia de sus chóferes. La gente parece irse toda a la mierda, y yo quiero acompañarlos.

Es de noche en la ciudad, y también en mis sentidos. Siento que mi coche es un fantasma que nadie puede ver. Y por supuesto, yo me siento un espectro caña brava, que empala transeúntes con el mástil de sus penas/penitas/penas.
Subirme a un paradero agolpado de humanos. Sí, eso quiero hacer

Se me ocurre que atropellar a alguien, sería divertido, emotivo y desahuevante. Se me ocurre estrellar los metales de mi transporte, contra esa luna que desde el cielo, se burla.

Parezco reflejarme en el rojo intenso de los semáforos. Abro la ventana y dejo que se acerquen todos los vendedores de las esquinas, y les pregunto si alguno puede ofrecerme una emoción. Nadie tiene.

Yo sigo nomás. Sin destino y sin palabras; flotando sobre el pavimento, gastando las horas que duran como la putamadre. Creyéndome vampiro, sorbo mi sangre aguachenta, y la vomito sobre el parabrisas. Me masturbo los sesos pero no logro eyacularlos.

Pienso en qué ruta tomaré ahora; si doblo a la derecha o no. Si sigo de largo, o retorno. Pienso en los rostros que veo pasar, en la chica que me acaba de sonreír. En las noches que me esperan. En que el amor es como una onomatopeya que no tiene que explicarse, como CRASH, como PLUM. Pienso en que mi auto debería ser convertible, para que se convierta en una estrella de la constelación de Pyxis

Pienso en ti.

Ya lima se me acaba, y yo apenas estoy comenzando.

20 comentarios:

schatz67 dijo...

Voy a hacer como en el blog del Dragón,primero,primero,primero,primero.

Y voy a colgar este comentario para que nadie me gane.

Este ha sido el momento trivial del día.

Schatz

schatz67 dijo...

Lennon,

Ahora sí,cachita y joda aparte acabo de leer nuevamente tu post y me he sentido plenamente identificado con las sensaciones que describes.Manejar como una cierta clase de autómata sin que te importen el tráfico,la gente y ni michi de lo que sucede alrededor puede llegar a ser muy liberador.Mejor aún, si lo haces en la carretera,a todo volumen y con una cerveza muy helada al costado.

Aunque al final,luego de tantos kilómetros,luces y vértigo la meta siempre será la misma:seguir pensando en quien trataste de olvidar por unos minutos.

Un abrazo

Schatz

Anónimo dijo...

Obvio, pensaba y piensa en mí como siempre y para siempre por los siglos de los siglos amén

Unknown dijo...

Muchas veces nuestros pensamientos van más allá del lugar, el tiempo, el espacio y las calles no nos llenan ese vacío, asi que la imaginación nos hace seguir volando mucho mas, verdad?

bsos de esposa primeriza

dmoOn dijo...

Cuando me siento en mi etapa "oscura" me iba caminando por cualquier sitio, indiferente a la humanidad, tratando de encontrar una luz que me permita regresar al mismo plano que los demas. Nada mejor que mirar la via expresa a la hora de mas trafico para imaginarla como una navidad fuera de fecha =]

Miguel Rodríguez dijo...

CARAJO CATARSIS!!!!

Este viaje interior puede ser trip de muchas vidas, el tiro es quién la recrea mejor para compartir el momento.

Yo fui tu copiloto man.




(pásame el litio y súbele el volumen al bolero)

SOY UNA CHICA DE PELO MARRÓN dijo...

Preso de lima y con penas/penitas/penas... pior!

Gise dijo...

Pucha si estás así, mejor en combi Allan.
Cuando uno maneja se estresa más...

Te pones el ipod en romanticon (la pantonja jadeando y llegas a llorar y sales renovado.

[ [EBP]] dijo...

Que bueno te quedó este post tío, me ha gustado mucho y me he sentido plenamente identificado con varias de las partes...

Ya son las 5 y 4, faltan 56 minutos para irme a la mierda con los transeutes, con los vendedores, con las putas de las esquinas y por supuesto con todo y coche... otra vez...

Jocho dijo...

pucha la ultima que hice asi fue en bici por falta de brevete, pero el resto se sentia igual, ganas de atropellar, de putear a quien te metiera el carro o te gritara alguna cojudez

salud!

Rolando Escaró dijo...

como vivir corriendo y ver que vas a ninguna parte. en algunas horas, lima tiene un efecto ahuevante muy extraño

Anónimo dijo...

Muchas veces me he sentido como tú, pero no con ganas de atropellar sino de agarrar a puñetes al primer incauto que se le ocurra mirarme de lado.
Esta Lima gris, fea y toxica es, también, una ciudad de la furia. Tu post lo demuestra.
Un gran saludo.

Malena dijo...

No sé como son las noches de Lima, Allan, pero al leerte siento esas noches que viví hace años en Barcelona cuando parece que el mundo es nuestro y estamos llenos de vida. Me has contagiado.

Un beso enorme mi querido amigo.

Daphne dijo...

qué lindo, me encantó todo, sobretodo la última frase.

comentario aparte: me encanta ir en carro, que me lleven, porq no sé manejar ni tengo carro, y cuando llego al lugar a donde iba me pongo triste, porq de verdad me encanta ir en carro

Anónimo dijo...

Hmmm yo si sé manejar... pero no sé a donde ir.


Un besito.

Julius Contreras dijo...

Hubieras ido a Colmena, y ver "a sol la barra", o ahorrarte la gasolina.
Fuera de bromas, bueno, si tenemos un aburrimiento tal que ya se asoma el instinto asesino, estamos fritos. Saludos.

Cathy Pazos dijo...

Uno tiene más tiempo para pensar, añorar, anhelar o lamentarse por lo vivido cuando está en camino a algún lugar, muchas veces prefiero las distancias cortas para simplemente no pensar.

Besitos

:D

Anónimo dijo...

Me gustó. Me identifiqué, aunque por motivos distintos a los tuyos (cuando uno lee puede cambiar la intepretación, según su propia historia).
Ayer casi mato a una niña en una autopista, cruzó corriendo, despistada, justo cuando estaba en una situación parecida a la tuya, pero repito, por motivos distintos, renegando del mundo que me rodeaba en ese momento (diferente a mi oficina de San Isidro y también de mi casa en Pueblo Libre) y queriendo atropellar a la gente, subirme a las veredas, sobrevolar con un bombardero, cuando la realidad me demostró que no quería matarlos, quería que todo fuera diferente o que dejara de ser lo que es, con el convencimiento de que estaba queriendo lo imposible, lo que ocurría, ocurría inevitablemente. Al final puede que nos encontráramos en el mismo lugar.


Head

El perro andaluz dijo...

Tu fuiste el que te me cruzaste pe recunchsss. jajaja.

Anónimo dijo...

"Ya lima se me acaba, y yo apenas estoy comenzando.", poderosa frase Alan.

Es que hay momentos en que nada alcanza.

Nos leemos.