jueves, junio 24, 2010

Baboso

Hay una expresión gringa que dice: “Me siento como un millón de dólares”. Supongo que describe un estado de ánimo pletórico, orgásmico y así por el estilo. Por otro lado: “Me siento como un toro”, denota un ímpetu sexual desbocado, una incontinencia seminal que debe encontrar pronto alivio. “Sentirse como un roble” indica, más bien, salud.


Me gustan esas expresiones, al igual que otras que intentan resumir en una línea, todo lo que somos y sentimos en un momento determinado. Seguramente me he sentido como alguna de las anteriores (excepto la última), pero considero que la mayoría de las veces, me siento como Luis Hernández, sin saber muy bien qué signifique eso. O como un poema de Vallejo, que es peor, pues me mata la incertidumbre de saber cuál. Como un tema de los Velvet Underground. Como bruma.

Lo extraño de todo eso, es que no soy un tipo que se la pase deprimido o triste. No hay tinieblas socavando mis emociones, ni tragedias, ni temores. Así y todo, transito más a gusto por la melancolía, que por la exaltada felicidad. Me gusta sonar en clave baja y verme sin contraste.

Cuando ejercito la actividad de comparar mis estados de ánimo con otras cosas, ya sean olores, objetos, colores, personas o lo que fuere, siempre me asocio a todo aquello que luce mate, opaco; sin brillos ni satinados.

Quizás ecualizo involuntariamente mis emociones, y me distancio tanto de la languidez como de la euforia. No soy lunes, pero tampoco un viernes. Me gusta saberme jueves. En realidad, hay muchas cosas que quiero ser o parecer, dependiendo como viene la mano, pero no aspiro nunca la brillantez del sol, ni la fuerza de los bueyes que aran la tierra. No quiero tener la apariencia de un sándwich gigante con todas las salsas.

Me gustaría sentirme alguna vez, algo que importe, más no importante, como el nácar diluido de una pussy caliente, elixir elemental del deseo y síntoma acuoso de que lo mejor está por venir. Esa es la utilidad que quiero ejercer en este mundo, y no otra.

Como la baba del amor. Así me quiero sentir.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

casualmente me preguntaba como era sentirc asi.... inevitablemente enviadiable :)
un beso

Noelia A dijo...

Ah, mirá, perro andaluz ¡pensé que ya no ladrabas más!
Te entendí lo que no querés ser; en cambio no me quedó muy claro lo que sí querés ser. Bueno, ¿quién tiene claro eso, no?
En fin, a mí me las polarizaciones me suenan, además de rídiculas e intolerantes (con el otro extremo de la linea) hipócritas. Es como vivir en un paradigma maniqueista, eso de pensar que se es plenamente feliz o extremadamente desdichado.

Clonpi dijo...

Este post es un buen retorno. La baba del amor esta bien, pero prefiero sentirme como una nariz, y poder oler todos los placeres de la vida.

Saludos

Anónimo dijo...

Ya te echaba de menos...gracias por volver (sintiendo la vida...siendo)

Besos.


Anna

soleil dijo...

bueee... para mi es importante leer tu blog y relajarme un rato, eso ya es un paso a lo que es y no es, verdad?

saludos!

Angel Castillo Fernández dijo...

La baba, pero jamás baboso, andaluz. Jamás. Un abrazo de otro jueves.

Anónimo dijo...

Vuelve el Perro arrepentido...
Buena tio.

Head
PD: Nos vemos mañana no?

Jose Carlos dijo...

me siento como la ultima raja de pan de molde.

Julius Contreras dijo...

¿sentirse como el mensajero de los mejores momentos?... mmm, no está mal. Aunque yo soy más ambicioso: me quiero sentir como el orgasmo pleno, sucio y con mucho sudor. Un abrazo.

Angélica Camacho dijo...

Perro querido, en la mitad de este mes me he sentido como varias sinfonías de Mozart, imagina los matices!