martes, noviembre 24, 2009

Ensueño

Los inmensos tacones la hacían mucho más grácil. Su ya estilizada figura, adquiría formas de capricho estético irreal. Sus movimientos obscenos encabritaban mi deseo, a estas alturas, notoriamente grotesco. La lujuria estaba tan pegada a su cuerpo, como aquel vestido color plata. El escote delictivo, la falda perniciosa. Sus hombros descubiertos, la espalda desnuda…


El salón se llenaba con su presencia, y mis sentidos también. Nunca paró de bailar, siempre sola; no permitía que nadie se le acerque. Los hombres la miraban rabiosos de arrechura, y las mujeres, sólo rabiosas, a secas.

Era esa diosa perra que todos desean, pero que todos, a la vez, critican. La mujer que todo hombre quiere llevarse a la cama pero que le resulta imposible. Demasiado bella, demasiado libre y demasiado puta.


Ubicada frente al espejo, movíase con pecado. Los tambores de aquel son, montaban perfectos sobre sus caderas. El piano y las trompetas sostenían su cadencia en el aire, como flotando, y ella, desplazaba su lascivia de un rincón al otro, jugando con los presentes, emanando su poder hipnótico, su poder afrodisíaco.


Luego de un rato y pasado el trance de expectación, las miradas dejaron de asistirla. Los murmullos se apagaron, la noche siguió su curso; pero no para mí. Me mantuve cautivo y esclavo suyo, muchas horas más.

Seguía sentado en la barra, bebiendo de su cuerpo y de mi vaso. Las gotas de sudor abrillantaban su piel como el rocío sobre las plantas. Sus muslos descubiertos hasta el delirio, retumbaban en goce timbalero. Sus pezones, como queriendo atravesar el vestido, lucían erguidos y amenazantes.


Mientras bailaba, yo pensaba en qué cosas tendría que hacer para poseerla. Cuántas veces más tendría que nacer. No se me ocurría que podría buscar una mujer como ella. Talvez un mandingo que la sacie hasta el hartazgo. O un empresario exitoso. Definitivamente -pensaba- no está buscando a un hombre bueno, honrado y trabajador. Tampoco alguien sensible, soñador ni rebelde. Qué atributos necesitaré para esta hembra indómita y caliente como lava…


En esas andaba yo, cuando mis dudas fueron despejadas. Alguien atravesó la pista, y por primera vez en toda la noche, ella se quedó quieta. La emoción invadió su rostro, creando la sonrisa más bella que haya visto. De pronto, todo su ímpetu de cabra montaraz, desapareció.


Ensimismada, quieta y sobrecogida, dejó que la tomara de la cintura, alisó su cabello con las manos y le estampó el beso más largo y cinematográfico que recuerde. No podía creerlo. El amor de su vida, era una mujer de baja estatura, con facciones de hombre, cabello corto, musculosa. Con el rostro marcado por un acné severo y un tajo que iba desde la comisura de los labios hasta su oreja derecha.


Lucía un bividí negro que permitía ver sus brazos tatuados con crucifijos y frases que nunca entendí. También ostentaba varios cortes y una herida de bala a la altura del hombro izquierdo.


Mientras se besaban, bebían y bailaban, no me quedó más que buscar a la mujer más próxima y terrenal, sin tacones inmensos ni cuerpo de fantasía. Sacarla a bailar y cortejarla. Sentarnos en una mesa para dos y pedir mucho licor. Bailar y bailar; decirle cosas lindas con la intención de llevarla a la cama y hacerle el amor salvajemente, pensando en la del vestido plateado, y en lo hijo de puta que puedo llegar a ser…

11 comentarios:

[ [EBP]] dijo...

BUEN POST!, como siempre tío..

Alguien sensible, soñador y rebelde no?

Ja!

Sensible, soñador y rebelde.. la pelota! ;)

Jocho dijo...

en demasiadas situaciones parecidas he estado, salvo que la mujer en cuestión no era tan selectiva y siempre yo era de los pocos en ser rechazados, desde entonces me dedico a pegarme al vaso lleno de trago en reuniones de este tipo

soleil dijo...

wow! pero que escrito tan descriptivo! como siempre me fue nadando en tus palabras! buenisimo! un poco arrechado, pero buenisimo!

saludos!!!

=D

iux!!! dijo...

O.M.G!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Haciendo un poco de lado su inclinación sexual, creo que las mujeres hermosas no gilean con tipos como nosotros, a menos que, por cuestiones azarosas, nos conozcan primero.
Nuestro atractivo no es del que hace voltear miradas, quizá ideas. Pero no nos podemos quejar de su desgano hacia nuestro físico, mas bien percibo una perfecta equivalencia moral entre chotear a un feo por feo y pretender a una bella por bella, solo estaríamos en posición menos privilegiada.

Head
Pero que no se diga que somos feos, la alusión sólo sirve para el comentario... (jeje)

Calle Quimera dijo...

Es que el amor es ciego, Allan, ¿no lo sabías...? :-) Y el chasco de los allí presentes, morrocutudo...je..

Besos.

Julius Contreras dijo...

¡¡¡¡¡ QUE DESPERDICIO !!!!!!
Un abrazo.

Constance dijo...

Hola Alan, encontré tu blog :) me encanta tu página, ayer la pasé genial, espero que sigamos en contacto, te escribo a tu email besitos,

Angel Castillo Fernández dijo...

Puta y esquiva, como la puta y esquiva vida.

Abrazo perro.

Anónimo dijo...

Ay Constance, pobre de la otra

AnaM.M.N dijo...

Esto es lo que se dice un flash...y pasa ¿eh? y pasa...

Un abrazo